En un ambiente de luces, colores, silencio, música, hemos hecho oración en familia. Sí, somos una gran familia, estamos conectados por la fe y la esperanza. Así nos lo hicieron recordar los alumnos que nos animaron con sus voces animando la oración, haciendo sonar instrumentos musicales y dando vida con los villancicos para Jesús Niño.
Con el recuerdo de las palabras del Ángel Gabriel le hemos repetido a nuestra Madre “alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
Uno de los alumnos nos recordó que en una Navidad no puede faltar el árbol, ¿lo vieron?, árbol de hoja perenne que simboliza el amor incondicional de dios y que da cobijo en cualquier día del año, y especialmente ahora. También nos acompañó un enjambre de abejas, a muchos ya os suena esta presencia por S. Pedro Nolasco ¿a que sí? Por si no recordáis, se dice que cuando s. Pedro Nolasco era pequeñito, un enjambre de abejas se posó en sus manos. Qué escena tan profética, qué gran anuncio de lo que Dios quería de Él: que acogiese a todos, liberando a los cautivos.
Queremos ser evangelizadores como Pedro Nolasco y como María, queremos decirle sí a Dios.
Las abejas de Nolasco nos van a enseñar mucho: a organizarnos con fundamento, a comunicarnos mejor, a apostar por una misión común, a trabajar como una verdadera comunidad.
¡ÁNIMO! Vayamos a conseguir néctar para ofrecer una rica miel. Así es como las abejas se ponen en marcha a buscar flores de muchos colores.
Para ver más fotografías, clic aquí.